GAMBAS AL AJILLO

El secreto de unas buenas gambas al ajillo es el producto fresco y no pasarnos con la guindilla. Aparte de esto a mi me gusta más con gamba roja que con la blanca debido a su sabor  más intenso pero a la vez delicado. No hay que hacerlas mucho ya que corremos el riesgo de que se nos queden correosas y estropearíamos nuestro plato.
Lo más clásico es hacerlas y presentarlas en una tartera de barro, si la hacéis ahí tened en cuenta que el barro aguanto mucho el calor y aun habiendo apartado las gambas del fuego seguirían concinándose por lo que deberemos terminar la cocción antes de tiempo para que terminen de hacerse en la misma tartera de barro.
En esta ocasión las hice en sartén pues no tenía tartera de barro del tamaño adecuado.

200 Gr de gambas rojas limpias de cabeza y pieles de tamaño mediano.
50 Ml de aceite de oliva para freír
1 Guindilla pequeña
2 Dientes de ajo cortado en láminas
Sal al gusto


Ponemos a calentar el aceite en una tartera de barro o sartén.

En cuanto esté caliente echamos la guindilla, el ajo y doramos pero sin que se queme.

Ponemos las gambas y salamos.

Damos unas vueltecitas y en unos 20-30 segundos a fuego fuerte estarán hechas.

Servimos.

También me gusta decorarlas con un poco de perejil picado fresco, quedan muy ricas.

Preparaos a mojar pan en el juguito que han soltado.